GREEN DAY, un sueño hecho realidad

¿Alguna vez habéis sentido como si el mundo se parase y solo estás centrado en una cosa, la más importante para ti?, ¿Qué no te importe nada excepto que la música no deje de sonar?, ¿Cómo si estuvieses en una nube de felicidad por un momento? ¿Cómo si ese fuese el mejor momento de tu vida? Exacto, eso es, el mejor día de mi vida; el día en que se ha cumplido uno de mis sueños, ver a Green Day. El 13 de Julio de 2013, hace escasas 24 horas estaba en allí mismo, en el BBK Live en Bilbao, un concierto de más de 37.000 personas viendo a Billie Joe Armstrong hacer de las suyas como él mejor sabe. No tengo palabras para definir aquello, solo puedo decir que todo empezó en Octubre de 2012, cuando vi el cartel del festival Bilbao BBK Live “Depeche Mode, Kings of Leon & Green Day son las actuaciones principales en los días 11, 12 y 13 de Julio en el festival BBK live”. Se me puso la piel de gallina, los pelos de punta y sin consultar a nadie no me pude resistir, aquella era mi oportunidad; por lo que compré la entrada para mi sola. Pasaron meses en silencio, no sabía cómo sacar el tema a mis padres, se lo iba comentando a amigas, pero todas creían que era una locura. A mi no me importaban sus opiniones, yo sabía lo que quería e iba a luchar por ello costase lo que costase. Ese grupo me ha salvado de muchos momentos de tristeza, de soledad, me ha sacado de un mundo en el que creía que no podía hacer nada porque estaba yo sola, y gracias a Green Day me he dado cuenta que su música es en mí necesaria para ser feliz. Quizás 4 años sean pocos los que llevo escuchándoles diariamente, pero para mí no solo es su música, son ellos, un grupo que transmite tanto y aporta tanto sentimiento que te llega al corazón sacándote una sonrisa con tan solo un acorde de sus voces. Después de recapacitar, terminar el bachiller, hacer la PAU y estar tranquila se le dije a mi madre pero al ver que iba a sola se negó a que fuera y después de día tras día convenciéndola y expresándola todo lo que significaba para mi Green Day entendió que quisiera ir, e incluso ha venido conmigo, acompañándome en este sueño. Fue larga la espera, después de unos cuantos conciertos muy buenos de grupos como Billy Talent, Depche Mode, Pil, Miss Cafeína…llegó el sábado, a las 23:35 tocaba Green Day y las puertas del festival se abrían a las 18:00, decidimos llegar allí pronto por lo que llegamos a las 17:00, hicimos cola una hora de pies hasta la apertura del recinto. Tensión, esa es lo que se sentía en esa cola, todo el mundo cuando abrieron las puertas echó a correr y yo a pesar del dolor de piernas saqué fuerzas y corrí sin mirar atrás solo para ver a mi madre recorrer conmigo ese largo tramo hasta el escenario. Llegamos a la cuarta fila, no estaba nada mal, se llenó aquello de unas 37.000 personas, trancurriendo grupos a lo largo de la tarde como Jamie n’Commons, The Hives, Vampire Weekend y por último Green Day. Una salida espectacular con “99 Revolutions” haciendo saltar a todo el público centrado en el grupo, la gente empujaba, te pisaba, aplaudía, bailoteaba, pero yo me resistía a aguardar mi sitio y permanecer lo más cerca posible del escenario. No fue fácil pero lo conseguí tras varios empujones, golpes y moratones, un calor horrible nos rodeaba a todos aunque nos lanzasen mangueras con agua y botellines nos asfixiábamos de calor, pero merecía la pena estar allí sin lugar a dudas lo volvería ha hacer. Y cuando sonó “She” no pude contener las lágrimas de emoción habiendo sido esa la primera canción que escuché de ellos la cual me hizo conocerles y gracias a eso estaba viéndoles en ese momento. Es increíble lo que puede hacerte sentir tan solo una canción de tu grupo favorito en directo a menos de 10 metros, no se puede explicar con palabras pero mi sueño está más que cumplido, soy una gran afortunada por haber podido estar allí y sobre todo MIL GRACIAS A GREEN DAY POR HABER CAMBIADO MI VIDA.