7 de octubre de 2011

Aquí sigo

Esta es una noche en la que cuando te miro, tu te escondes, ocultas tu brillo ante la invisibilidad de la capa nublada, dulce luz de la noche no te escondas que mis pupilas dilatadas buscan tu mirada, contigo anhelo esos momentos en los que te miraba y no me cansaba de jugar, esas noches que pasábamos en vela por pensar, tú estabas allí siempre que yo no podía dormir, completabas la noche mágica de la que estaba hecha mi mirada, te iluminabas cada vez que veías mis lágrimas…tantas noches juntas.
Te escondes cuando te busco, me encuentras cuando me asusto, vuelves cuando menos te lo espero y hulles cuando tienes miedo.
Mis pupilas buscan ese camino por el que actualmente recorren a ciegas, sin ninguna luz que les guía y palpando sus aceras; esos árboles monstruosos y esas grietas del camino, no siempre se puede estar alerta de los peligros. Así me guío, por mi cuerpo congelado y mi corazón ardiendo esta noche de otoño como si fuese pleno invierno, en un lugar sin nombre y sin palabras acordes.

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